jueves, 30 de enero de 2014

The journey to...

Desde que empezó el año he estado locamente ajetreada, entre la universidad, el trabajo, los compromisos, poco tiempo (por no generalizar diciendo que ese tiempo ha sido inexistente) he pasado totalmente sola, es decir, solo yo con mis pensamientos sin que estos se vean interrumpidos constantemente por las obligaciones externas. Honestamente esos momentos me hacen falta... ¡yo me caigo bien!
Hoy, 21 de enero (la fecha que escribí esto), prendí el televisor luego de casi dos semanas sin hacerlo, escuché el noticiero de las 6:30 am mientras me vestía apresuradamente para salir al último día de grabación... El último día de grabación... Saboreo estas palabras con olor a café de la tarde mientras las escribo... El final de un trabajo que me mantuvo en vilo durante muchos meses, que me quitaba el sueño, que me hizo agarrar rabias al ser incapaz de comprender el nivel de irresponsabilidad de algunos compañeros de equipo... El cortometraje del 9no.
¡Que pánico le tenía yo a eso!
Cuando entré en la universidad y vi los pósters de las producciones de los muchachos del 9no semestre me dio un sustico al pensar "cuando a mi me toque hacer eso". Y a medida que se acercaba el momento, el sustico iba creciendo, la preocupación... En el 8vo semestre se hizo real al momento de ver cómo iba tomando forma el proyecto... La idea, el plot, el guion y así cada uno de los elementos que conformaron nuestro gordísimo libro de producción (si el de nosotros -15min de película- era gordo, no quiero imaginar el libro de producción del Señor de los anillos).
Ya en el 9no semestre empezar a grabar luego de los castings, terminar de conseguir las locaciones... Lidiar con apatía, dejadez y tratar de entender que no puedo tener control sobre todas las cosas... TODO un reto. Un reto asumido de frente totalmente, sin tratar de esquivar ni una pizca de cualquier cosa que pudiera salpicar de allí.
Yo nunca he tenido una relación ejemplar con mi papá, pero algo que definitivamente tengo que agradecerle a él es su enseñanza de que todo se puede, desde pequeña... Nunca dejó que le dijera que algo no se podía, y a día de hoy, yo tampoco acepto que me digan que no pueden o que algo no se puede... Siempre hay una manera de lograr los objetivos, aunque haya que cambiar la estrategia entera.
Y todo esto viene a que a pesar de todos los contratiempos que se nos presentaron, hoy ya tenemos el trailer de Tercer Oído. un biopic acerca de Ismael Cala, un periodista que detrás de su apariencia inmaculada y voz cautivadora tiene una historia profunda, unos inicios mucho más complicados que no se adivinarían solo con ver su traje costoso delante de las cámaras de CNN.
Entonces, sin más preámbulos, el trailer de Tercer Oído, el cortometraje que dirigí:

                    

miércoles, 22 de enero de 2014

Las ciudades de tu cuerpo

Mi primer post del año... en lo que va de enero he leído demasiado, cuatro libro, todos encantadores, así que en esta última entrada me dedicaré a plasmar lo que significó para mi el primero de los 4 libros: Las ciudades de tu cuerpo, de la cubana Vivian Jiménez, quien lo ubica en el area novelística y de erotismo. Tengo que confesar que aunque es uno de mis géneros predilectos, nunca había leído un texto como el que me presentó Jiménez el primer domingo del 2014. No sabría describirlo, pero me atrapó en el sentido oculto tras sus metáforas limpiamente generadas, así como su amplio verbo, que en ocasiones me obligaba a consultar el diccionario.
Las páginas se me acabaron en 2 días, lo suficiente para sorprenderme leyendo este tipo de historia profunda, con distintos narradores, perspectivas y tiempos. No puedes dejar de prestarle atención.
Es un texto muy sentido, indiscutiblemente personal, se podría decir que hasta complicado y un poco crudo. No, bastante crudo. La autora no estaba tratando de convencer o incomodar a nadie, aunque hablando honestamente seguro convenció a muchos de que puede llegar a ser muy grotesca  e incomodó a más de un puritano/escrupuloso que fue lo suficientemente valiente para leerlo luego de haber mirado la contraportada.
Sin lugar a dudas no es una lectura para todo el mundo, pero los que se atrevan a descubrir lo que hay detrás de Las ciudades de tu cuerpo estoy segura de que quedaran muy satisfechos.