miércoles, 11 de diciembre de 2013

Cuatro Crímenes, Cuatro Frustraciones

Hace unos días me dispuse a leer "Cuatro Crímemes, Cuatro Poderes", de Fermín Mármol León. 446 Pàginas llenas de interesante texto acerca de 4 horribles crímenes cuyos autores quedaron impunes debido a la influencia de ciertos poderes de los que gozaban los involucrados.

Algo que llamó poderosamente mi atención fue que los primeros tres casos se trataban de mujeres asesinadas por hombres muy cercanos a ellas. En el primer caso, un cura asesinó y violó a su hermana menor (si, en ese orden) salió libre de toda culpa y sin consecuencias debido a la influencia del clero en el proceso judicial del imputado, el cual tenía todas las pruebas habidas y por haber en su contra, sólo faltaba que la muerta se apareciera en cadena nacional diciendo que su sádico hermano escondido bajo una sotana la había matado y mostrando evidencias.

En el segundo capítulo, León, narra el proceso investigativo en el cual un diputado prepotente y grosero del partido oficial asesinaba a su esposa a través de una virgen bomba, es decir, el criminal colocó un dispositivo explosivo dentro de la imagen religiosa de una virgen y se la entregó a su mujer metiéndole el paro de que había sido un regalo para ella enviado al capitolio por alguien anónimo, y no podía ser para él debido a que "no creía en esas cosas". Una vez más las pruebas entregaron en bandeja de plata al responsable del crimen quien se salvó de pagar por su fechoría gracias a su vínculo con el gobierno de turno, denotando el poder político con el que contaba.

Podrçia decir que este fue el caso que me frustró más ya que el acusado ni siquiera trataba de disimular su culpabilidad y aun así no sufrió las consecuencias de la muerte de su esposa y madre de sus tres hijos. Por otra parte, aunque no se hizo justicia, este diputado fue barrido debajo de la alfombra a fin de que la opinión pública se olvidara de él, de su crimen y de su vínculo con el gobierno, por lo que su carrera política se vió teminada... con mucho disimulo, por supuesto, dejándolo en las manos del pueblo venezolano que como siempre, olvida más rápido de lo que debería.

El tercer capítulo, dedicado al poder militar, se trata de un capitàn que asesina de dos tiros a su joven esposa ya que se estaba convirtiendo en un estorbo para la relaciòn que sostenía él con otra mujer. Se puede decir que fue un crimen pasional, para mí, fue el caso que más claro estuvo desde el principio y parecía que en este si se iba a hacer justicia debido a que el superior del sospechoso estaba colaborando, pero luego un extraño giro hizo que la suerte -y el poder- se pusieran de su lado, dejando impune la muerte de una mujer cuyo único delito fue casarse con un asesino.

El cuarto y último capítulo del libro narra la muerte de un chico de 13 años durante un secuentro perpetrado por jóvenes de la alta alcurnia caraqueña. Para mi fue el más complicado de todos debido a que habían muchos involucrados en el caso y la mayorían contaban con el apadrinamiento de su apellido y el dinero de sus familias, alcahuetas de sus actos viles, quienes en un intento de "protegerlos" incitaban a que los responsables se siguieran saliendo con las suyas que era nada más y nada menos satisfacer su adicción a las drogas.

Todos los casos contenían datos interesantes, pero hubo ciertos elementos del libro que me hacían poner cara de fastidio, por ejemplo las repetitivas veces (exageradamente repetitivas) en las que el autor hacía referencia a lo desayunaba, almorzaba y cenaba, explicando con lujo de detalles que se comió un "sandwiche de queso acompañado de jugo de lechosa y naranjas", texto, que a mi parecer es absolutamente innecesario para desarrollo de la investigación. Así mismo, una cantidad considerable de errores ortográficos que encuentro frecuentemente en twitter también me hacían perder la concentración en la lectura, verbos conjugados en la segunda persona del pretérito que terminaban en S aparecían varias veces con descaro, es decir: tuvisteS, fuisteS, hicisteS, y cosas así por el estilo, realmente me provocaba tachar esas molestas eses del libro y agregarle ciertas tildes, pero el libro era prestado, por lo que me contuve.

En otras palabras, es un texto que recomiendo, es bastante detallado en cuanto a las investigaciones que se llevaban a cabo, y sabía antes de leer el libro que en nuestro país habían policías que se avocaban a su trabajo con tanta dedicación, lo cual fue una sorpresa para mi.