Es absurdo seguir diciendo que las
mujeres manejamos peor que los hombres. Usualmente se oye decir en las calles
“seguro que esa es una mujer” cuando se ve a un automóvil cometiendo una
infracción o teniendo dificultades, cosa totalmente carente de sentido ya que
no importa el sexo sino la destreza y la responsabilidad para manejar bien
cuando uno está frente a un volante.
Para poder tener licencia de
conducir por primera vez en nuestro país, uno de los requisitos obligatorios es
pasar una prueba teórica, la cual consiste en responder preguntas acerca de las
normas de tránsito terrestre, señales y posibles situaciones, es decir, que
todas las personas que tenemos licencia deberíamos tener estos conocimientos ya
que aprobamos el examen. Sin embargo, en Venezuela es muy común saber de
personas que obtienen su licencia de conducir sin necesidad de presentar
pruebas, sino de manera ilegal, pagándole a algún funcionario una suma de
dinero mayor al precio del documento y esto no es un secreto para nadie, ya que
las mismas autoescuelas hacen este tipo de trámites, así como se pueden
encontrar anuncios en Internet como arroz de personas ofreciendo este servicio,
que lejos de ser positivo trae consecuencias nefastas para todas las personas
que transitan a diario por las calles de sus respectivas ciudades. No solamente
a los conductores, sino a los peatones y usuarios de transporte público.
Cabe destacar que específicamente la
Autopista Regional del Centro, la arteria vial más importante del centro del
país es, también, una de las más peligrosas debido al mal estado de la vía y la
gran cantidad de vehículos de transporte pesado que se desplazan por esta
autopista.
Analizando específicamente a los
accidentes ocurridos en la ARC, se puede observar que en la mayoría de estos
están involucrados vehículos de carga pesada, como gandolas y camiones, ya que
los conductores no respetan los límites de velocidad, esto lo puede observar y
ratificar cualquier usuario que utilice esta autopista, los cuales son víctimas
de los conductores de estos vehículos que tratan de intimidarlos con los
tamaños enormes de sus camiones o con estruendosas bocinas que desconcentran
hasta al más firme.
A lo que quiero llegar es que las
empresas de transporte venezolanas prácticamente no contratan personal femenino
para realizar las labores de conductoras, debido a lo peligroso del trabajo,
aun así estos vehículos se ven involucrados en más del 90%, de los accidentes
de tránsito en la ARC, siendo manejados por hombres.
Una de las razones es que estos
conductores se creen dueños de la vía y a causa del peso de los vehículos que
manejan es extremadamente difícil maniobrar con ellos en caso de alguna
situación fuera de lo común y por eso se ocasionan los accidentes. El estado
del asfaltado e iluminación son otras variables que también inciden en que la
autopista se tiña de rojo, sumándole a esto la omisión de las normas de tránsito:
límites de velocidad y reglas básicas como que un vehículo solo puede pasar a
otro por la izquierda o que el hombrillo
es solo para casos de emergencia.
El meollo del asunto no es si las
mujeres manejamos mal o no, el punto es que todo el que esté detrás de un
volante debe hacerlo estando consciente de la responsabilidad que implica, no
solo para consigo mismo, sino para con los otros conductores que estarán
desplazándose y con las personas que andan a pie. Se debe tomar en cuenta el
tipo de vehículo y respetar la señalización de la vía, ésta existe con el
propósito de regular y ordenar el tráfico, así como también prevenir
accidentes, por supuesto, estas señales no previenen los accidentes solas,
funcionan si se les obedece.